miércoles

Las ciudades en las que dejo parte de mi alma ya nunca serán las mismas que cuando aún me quedaba ese pedazo.

Y me mata que haya tenido que ser en Granada.

Sus callejuelas mágicas, sus miradores desde los que se ve el lado oculto de la luna y nuestra Alhambra van a perder todo el sentido si te vas.

Si te vas la Alhambra ya no nos pertenece, los parques se quedan tristes y mi cama va a ser imposible de rehacer.

Si te vas sé que me voy. Mi corazón puede soportar muchas cosas, y verte por la calle y no correr a darte un beso, no es una de ellas. Verte por la calle, sonreír y preguntar cómo va todo me suena más a película de terror que a reencuentro de dos personas que solían conocerse.

Mis labios sin los tuyos me suenan más a calle sin salida que a recuperación de mi espacio vital.

Mi espacio cógelo que no lo quiero. Sólo me importa el espacio cuando es para ver las estrellas contigo.