Este poema ha sido escrito a cachos
así como me encuentro ahora mismo
que no puedo dejar de voltearme hacia el espejo
sólo para recrearme en el dolor de estar aquí.
La Aurora de Farándula
es una muñeca que conozco bien.
Le gusta cantar,
le gusta bailar,
mataría porque todos sonriesen en la fiesta
y siempre hace los postres más exquisitos.
Si alguien necesita ayuda
corre.
Es guapa y joven,
tiene los rizos dorados
y rimmel en los ojos.
A veces se muere, pero nadie suele enterarse,
ni siquiera nadie dice :"¿dónde estabas?" cuando resucita.
La Aurora de Farándula desaparece y reaparece con la gracilidad del viento,
le da igual ser inoportuna, le da igual irse cuando más la necesito.
Pero no la culpemos, ya le gustaría a ella controlarse.
Cuando no está, suelo estar yo.
Poca gente me conoce.
Si todos quieren el espectáculo,
¿Quién se queda con la Aurora fea
que llora
que grita
que tiene el maquillaje corrido
que maldice
que odia
que muere
si no la quiero ni yo?