no puedes pretender que te quieran siempre.
Deberás de aprender a hacerlo tú solo,
poco a poco
herida a herida.
Podrás soportar los golpes de la vida.
Tienes que hacerlo.
Así como el amor viene,
se va.
Como se aleja la espuma del mar
en cada orilla de cada playa
de cada ciudad.
Y tú lo ves de lejos.
Y la piel recibe besos,
pero sólo tú sabes cuándo son de verdad
cuándo se dan con los huesos,
cuándo con sinceridad,
y cuándo ni siquiera son.
Catarsis, cuándo llegarás.