He vuelto a jugarme la piel, el alma y los huesos.
He empezado otra vez a llorar
A añorar.
Le quiero y le querré
Pero encontré a mis pies cansados
mi boca acostumbrada a su rutina
mi corazón demasiado acomodado
mi mente muy tranquila.
Y volví a jugarme el cuello, la lengua y mis ganas
por otra piel, ciudad y cama.